Reflexiones sobre el libro: El arte de la guerra. Las enseñanzas de Sun Tzu como arma de sobrevivencia


*Jerifer Solano
*Estudiante de II de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, UNAN-Managua.
Introducción


Fuente: https://images.app.goo.gl/otEGESZVsE87sj3R7
El mejor libro para salir victorioso en cualquier tipo de batalla fue escrito hace más de 2,500 años en la antigüedad china por el filósofo Sun Tzu. Esta magistral obra ha sido utilizada en todos los tiempos por grandes personajes de la historia mundial y también se ha relacionado con resultados de guerras vividas en todo el mundo. Dentro de las figuras que destacan en la utilización de las maniobras que se señalan en este texto están: Napoleón que lo usó en sus campañas militares (Guerreros de la Historia, s.f). También Mao Tse Tung lo aplicó en sus políticas estatales y Maquiavelo lo tomó de referencia en sus escritos y en relación a batallas encontramos a la derrota de EE. UU que fue liderada por el líder del Vietcong el general   Ho Chi Minh en Vietnam. Esta obra también contempla ejemplos de los triunfos que conquistó Sun Tzu, en esta forma muestra prácticas claves de sus batallas y como sus enemigos cometían errores que a él le permitieron alcanzar un gran prestigio como general victorioso.

Este ensayo tiene como objetivo conocer las estrategias que plantea el filósofo chino en su libro El arte de la guerra, para ponerlas en práctica en nuestra vida cotidiana, ya que los individuos políticos a diario experimentan luchas de sobrevivencia en donde el más fuerte triunfa sobre el débil. En el campo de estudio de la política, la puesta en práctica de las teorías que se establecen en el escrito podría librarnos de andar batallando en la oscuridad o de salir vencidos, por lo que se nos hace imprescindible alzarnos con la victoria sin antes utilizar los consejos de Sun Tzu.

Reflexiones

Este escrito en la actualidad es utilizado en diversos campos de estudio, que a pesar de su antigüedad los consejos de Sun Tzu siguen manteniendo vigencia aplicándose a los deportes, la política, los negocios e incluso el comportamiento de cada individuo, por ejemplo, en el país de Japón respecto a las tácticas que ofrece sobre cómo vencer sin necesidad de la lucha física, tenemos que es especialmente es utilizado en el mundo de los negocios, en donde lo consideran de lectura obligatoria para sus grandes ejecutivos, así mismo en el mundo occidental en donde es muy utilizado en círculos empresariales citando su valor con respecto a las prácticas de gestión. De esta manera no queda la menor duda que las ideas siguen siendo completamente válidas a pesar de todos los años y sociedades que han pasado desde que se escribió.

El arte del engaño como lo determina su escritor trata de una síntesis que abarca prácticamente todos los aspectos relacionados con el ámbito militar que nos habla de la logística y el armamento, de los sistemas de mando de las comunicaciones, la disciplina y de estrategias y tácticas que aún son útiles en la actualidad para reflejarlas en cualquier campo de batalla. Dato importante respecto a esta obra es que cuando la escribió Sun Tzu fue en tablas de bambú y la primera vez que se publica que fue en el año 1772, en París, gracias al jesuita Jean Joseph-Marie Amoit que lo titula Arte Militaire des Chinois.

Desde entonces ha sido estudiado por estrategas militares y prácticamente por cualquier guerrero que quiera seguir la senda de la guerra. En el año 1972 se descubrió un nuevo manuscrito de El arte de la guerra dentro de un sepulcro en el norte de China, fechado en el año 130 a.c. que obligó a corregir y mejorar la versión que hasta aquel entonces se estaba utilizando, pero no era mucha la diferencia, con exactitud estos cambios eran aproximadamente un cinco por ciento del texto que en realidad no tiene demasiada importancia ya que no cambia el sentido de las frases.

Dentro de los contenidos que se encuentran con mayor relevancia en el arte de la guerra es lo que afirma el escritor, que este arte se basa en el engaño constante al enemigo en cuanto a estrategias, formación, movimientos y demás tácticas militares. Señala también las claves para alzarse con la victoria, una de estas está el explorar las debilidades del enemigo, para lo cual hay que conocerlo bien.

Como excelente guerrero se deberá considerar las tácticas para atacar al enemigo cuando no está preparado o sembrar la división entre sus filas para que no haya unión entre los soldados. Sun Tzu hace hincapié en la rapidez a la hora de ejecutar los movimientos pues considera que una misión que se alargue demasiado lo único que permite es el agotamiento de los mismos y reduce la eficacia de cualquier acción que se quiera llevar a cabo. La victoria, así, quedaría por encima de la persistencia y para ello hay que golpear al enemigo con rapidez. También concede la importancia al corte de suministros al enemigo considerándolo un doble beneficio: menos comida para el enemigo, más comida para el propio ejército.

En relación a la batalla constante Sun Tzu reconoce que la mejor victoria es conseguir la rendición del enemigo incluso sin que se produzca una batalla o un asedio, lo puedes lograr utilizando tu sabiduría ampliada en estas estrategias. Aunque apunta a la rapidez de la acción, con esto no quiere decir que haya que precipitarse, ya que cada acción debe ser estudiada y planificada con cuidado. Es necesario conocer sobre los tipos de acciones que puedes llevar acabo en tu guerra, en cuanto al ataque y la defensa, Sun Tzu no desprestigia una sobre otra ya que considera que cada una debe ser ejecutada dependiendo de los medios del ejército y de las circunstancias. El significado que le brinda el filósofo chino al atacar es que una es útil para las épocas de abundancia y la defensa, para momentos de escasez.

En el escrito Sun Tzu no rechaza la opción de fingir debilidad o desorden para confundir al enemigo y hacerle optar por una táctica determinada, aunque advierte que, si se opta por esa estrategia, se debe hacer cuidadosamente y establecido previamente un orden.

Argumenta que hacer creer al enemigo que va a salir victorioso es la mejor manera de conducirle hasta la derrota. Una de las estrategias que propone es nunca por ningún motivo tu enemigo debe mover tus filas si no que tú debes ser quien tomes las riendas en la batalla y harás siempre que sea el ejército enemigo el que se mueva. Para esto hay que engañarlo, hacerle creer que tenemos las tropas en un sitio para que acudan allí y después reaparecer en otro sitio. De esta manera, el enemigo se queda vacío de fuerzas y energías mientras nosotros mantenemos el control de la situación.

De la misma forma, Sun Tzu recomienda que el enemigo nunca sepa nada acerca de la formación de las tropas, ni de su número, ni de su localización hasta que se tenga la estrategia completa.

Las formas de ataque deben ser de manera, directa o indirecta, en el escrito se recomienda que es de gran preocupación en la guerra ya que el que ataca lo tiene más difícil que el que responde.  Además, se avisa de que jamás hay que perseguir a un ejército que huye, ya que podría ser una trampa que lleve a una emboscada, ni tampoco a tropas expertas. Para enfrentarse a éstas últimas habría que recurrir a alguna de las otras estrategias de distracción para poder vencerlas. Sobre la actitud de los generales, Sun Tzu dice que éstos siempre deben tener en cuenta todas las variables dentro de la guerra y que no hay que dudar si un sendero, un puente o un paso no parecen seguros.

Dentro de las acciones razonables en una guerra aconseja que debe considerarse si una ciudad puede o no ser asediada o si es conveniente enfrentarse a un determinado ejército. Para Sun Tzu, el general nunca deberá combatir a toda prisa, sino que tiene que ser sabio y realista al brindar sus órdenes y que siempre deberá mantener su compromiso de lucha hasta su muerte. También advierte acerca de las señales que se deben tener en cuenta para comprobar que todo va bien dentro del propio ejército como, por ejemplo, estar atentos a las actitudes de los soldados hacia sus superiores y entre ellos. De esta forma, se puede anticipar un motín, una rendición o la desmoralización de las tropas que puede llevar a problemas de disciplina.

Recomienda no atacar directamente si no se está completamente seguro de la victoria incluso aunque la orden venga de instancias superiores como por ejemplo un rey o un gobernador. Puede ser peligroso lanzarse a la batalla si hay alguna probabilidad de caer en la derrota. Sun Tzu insiste en la necesidad de conocer muy bien todas las circunstancias antes de la batalla, incluyendo por supuesto el terreno en el que ésta se vaya a librar. Además, encomienda que la estrategia elegida jamás pueda ser detectada o adivinada por el enemigo para que siempre se lo pueda tomar por sorpresa. De hecho, su consejo es que ni siquiera los soldados deben conocer los detalles de la maniobra, sino que tan sólo se les debe informar de los beneficios que van a obtener al conseguir la victoria.

Este famoso tratado señala puntos claves sobre la práctica militar y estrategia de guerra que se fundamenta en principios de la doctrina taoísta “un ser con inmortalidad”, formulando de esta forma parte de los criterios que debe tomar un buen guerrero según lo que se explica de manera clara en el capítulo 5 de esta obra que señala como un guerrero líder deberá hacer el uso de la creatividad y el tiempo para lograr impulsar un ejército en base a la energía.

El prestigio con el que se ha leído este escrito es excelente, Pero si este libro ha colaborado para alzarse siempre con la victoria y de ser una de las obras más famosas en los ámbitos militares en que lo fundamento su escritor. Para esto se deberá conocer a manera general sobre su escritor. Sun Ztun fue un gran estratega y teórico militar de la antigüedad china y su libro el arte de la guerra, es el primer clásico de la ciencia militar del mundo. Sin embargo, más allá de los aspectos militares, esta obra influyó profundamente en el ámbito de la política puesto a que cualquier tipo de batalla tiene objetivo alcanzar un poder económico y político.

En relación a este último aspecto el filósofo Aristóteles nos explica que de naturaleza somos animales o seres políticos y por ende tenemos como atracción la búsqueda por diversos medios del manejo del poder (Reforza, 2000).  El individuo es concebido por Aristóteles dentro del marco social en que vive en el hombre, desde su existencia tiende a comportarse socialmente, predeterminado por sus necesidades materiales, por ello es considerado un animal político (Aristóteles, 1988). A su vez, es concibió también como un ser con razón. Esta capacidad natural y a su vez social, permite a quien lo posee organizar sus relaciones con arreglo a un fin común. Estas dos cualidades del ser humano condicionan su vida asociativa y le permite asociarse de una determinada manera dentro de un contexto histórico, según el desarrollo económico alcanzado. 

Conclusiones

En relación al sustento en el cual fundamento el libro Sun Tzu podríamos explicar que él fue general y estratega de los ejércitos del rey Hëlu de Wu a partir del año 512 a.C. tras haber combatido en otras regiones y logrando de esa manera un alto nivel de prestigio por sus victorias. Al parecer, éste quiso poner a prueba sus habilidades antes de tomarle como general de sus ejércitos así que le pidió que transformara a las 180 concubinas en una línea fuerte de su ejército.

Para comprender de otra perspectiva este excelente documento del filosofó chino se describirá dos tipos de juegos, que enseñan como alzarse con la victoria en el campo de batalla, por un lado, encontramos el ajedrez, que es un juego que trata sobre estrategias en el que el objetivo es derrocar al rey del oponente. Esto se hace amenazando la casilla que ocupa el rey con alguna de las piezas propias sin que el otro jugador pueda proteger a su rey interponiendo una pieza entre su rey y la pieza que lo amenaza, mover su rey a un escaque libre o capturar a la pieza que lo está amenazando, lo que trae como resultado es el jaque mate y el fin de la partida. Tenemos que aclarar que todos los movimientos para ganar en mismo se tienen que hacer frente a frente de la pieza que tiene el otro jugador. 

Bibliografía 

Aristóteles. (1988). La política. Manuela García Valdez (trad).  Madrid: Editorial Gredos.

El correo del Orinoco (domingo 2 de junio del 2019). El Tío Ho, como símbolo de revolución infinita. Recuperado el 17 de agosto del 2019 de http://www.correodelorinoco.gob.ve/wp-content/uploads/2019/06/Artilleria-N%C2%B0-421.pdf

Sun Tzu. (2003). El Arte de la Guerra. Biblioteca universal.

Reforza, P. (2000). Aristóteles: la política y el Estado. Laberinto 2,1-10.
Guerreros de la historia. (s.f). Napoleón Bonaparte: la historia del gran conquistador. Recuperado de https://guerrerosdelahistoria.com/napoleon-bonaparte/

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