Naciones Unidas: la reinvención que requiere el mundo
*Diana
Belkis Cajina Velásquez.
*Estudiante de IV año de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, UNAN, Managua.
Introducción
Desde
la fundación de las Naciones Unidas, ya se estaba discutiendo el tema de la
reformación de la organización como tal. Son más de ciento noventa países los que
conforman las Naciones Unidas, pero, considerando la deficiencia que presenta
en cuanto a la resolución de conflictos y problemas globales, muchos autores
consideran que aún no se ha podido llegar a la consecución de sus fines de
forma justa.
El
tema de la reinvención de las Naciones Unidas, no solamente ha sido abordado
por catedráticos y figuras reconocidas a nivel mundial. Incluso se han sumado a
la defensa del tema, algunos representantes de Estado; así también antiguos
miembros de la ONU, considerando que debe tomarse especial atención a dicho
asunto. Actualmente estamos inmersos en la era tecnológica que puede ser peligrosa
debido al alcance de las comunicaciones, dicho fenómeno generó un cambio
radical alrededor del planeta. A través de la globalización nos damos cuenta de
los grandes problemas que atraviesa el mundo entero, uno de ellos es la pobreza;
que no se ha logrado disminuir en niveles considerables, se puede decir que el
mundo exige a gritos una solución inmediata.
En
este ensayo se pretende abordar el papel que ha jugado el Consejo de Seguridad
como “el garante de la paz y protección global”; ya que son el segmento clave
para la toma de decisiones dentro de la organización. Por otro lado, se
analizan los factores que ocasionan la exigencia de la reinvención de las
Naciones Unidas. Para la realización de este trabajo, se empleó la técnica de
revisión documental para desarrollar un análisis de tipo analítico-deductivo.
Las
Naciones Unidas: “El proyecto de los cinco”.
La
Organización de Naciones Unidas se convirtió en el centro de experimentación de
las potencias mundiales de la época de 1945. El proyecto de los cinco, nace
después de la segunda guerra mundial como un “medio de resolución de
conflictos”. En sus orígenes aparentaba ser un proyecto, que daría soluciones
objetivas a las problemáticas globales. Pero actualmente se ha caído el telón,
descubriendo las razones inequívocas de su creación, mantener la unanimidad[1] entre ellos y controlar el poder supremo del mundo.
La
carta de las Naciones Unidas se firmó el 26 de Junio de 1945[2], inicialmente tenía la
fachada de ser un acuerdo pacífico entre las naciones; más de setenta años de
existencia formal tiene dicha organización, pero el progreso ha sido dudoso.
Entre sus objetivos principales radican: el mantenimiento de la paz, la
seguridad, la justicia, el respeto, la libertad y el bien común. Pero, al
realizar una revisión del panorama actual en los noticieros nacionales e
internacionales inmediatamente surgirán una serie de interrogantes, de todas
ellas, la más importante es, ¿qué objetivos se están logrando alcanzar en las
Naciones Unidas?
Esta
organización internacional al mantenerse a la sombra del Consejo de Seguridad,
quizás no pueda avanzar hacia la consecución del bien común. Es erróneo pensar
que se ha logrado tomar decisiones en conjunto, de los pueblos del mundo para
sí mismos. Se puede notar que sutilmente han conseguido persuadir a la sociedad
de su objetivo principal, que es concentrar el poder en unos pocos que claramente
persiguen los mismos intereses. ¿Quién habría de nombrar policías
internacionales a cinco Estados, sino ellos mismos?
Si
retornamos al contexto de la creación de las Naciones Unidas, el tema del
derecho al veto y el Consejo de Seguridad, nace de la necesidad de evitar
posteriores conflictos. El problema del mundo unipolar fue la creación de
alianzas separatistas entre bloques, que fomentaban la rivalidad entre los
mismos. El asunto que los Estados vencedores de la época no pretendían
visionar, es el nuevo establecimiento del orden multipolar en el siglo XXI;
pero de igual forma, lograron adelantarse a los hechos; evitando el dominio de
los emergentes al formar el llamado “Consejo de Seguridad”.
María
Torres (2008) menciona que:
En
otras palabras, el derecho de veto fue concebido y consagrado en la Carta de
las Naciones Unidas como garantía que impidiese que la Organización pudiera
transformarse en una alianza y quedase puesta al servicio de un grupo de
potencias frente a otro (p .57).
Sin
embargo, si analizamos el actuar de las potencias en cuanto al abuso del
derecho a veto[3].
Nos damos cuenta que la mayoría del tiempo, son ellos mismos quienes provocan conflictos
e incumplimiento de las resoluciones. A lo largo de los últimos años, queda en
evidencia que son las mismas rivalidades entre potencias las que han marcado la
historia con diversos procesos de guerra. Aun, sin que estos lleguen a enfrentarse
directamente; entonces, ¿cuál es la razón de ser, del Consejo de Seguridad?
Cabe
destacar, que los mayores conflictos del mundo se han desatado a raíz de
problemas entre las potencias[4], es a causa de la meta que
persiguen todos los Estados, “poseer el dominio mundial”, que no se piensa en
la solución de problemas graves que aquejan a todos por igual. Entre estos, la
destrucción del medio ambiente y los recursos naturales, que podrían generar la
mayor crisis de la historia de la humanidad, si se toman livianamente.
Otro
de los factores que debilitan la credibilidad del Consejo de Seguridad, como
mediador y protector de la paz, es su adhesión con la carrera armamentista. En
la carta se plasmó la regulación de la seguridad, pero no se menciona el
desarme total, ni reformas integrales en cuanto a los miembros del consejo. Si
bien es cierto que se han logrado avances al agregar diez miembros no
permanentes. Pero, ¿por qué no, rotar el puesto del consejo permanente a quince
Estados que sean miembros plenos de las Naciones Unidas? ¿Acaso no manifiesta
la honorable carta, que todos los Estados poseen igualdad de derechos y
autodeterminación?
Según
Eduardo Galeano (1998):
Los datos del Instituto Internacional de
Estudios Estratégicos indican que los mayores vendedores de armas son los
Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y Rusia. En la lista, algunos lugares
más atrás, también figura China… En buen romance, el derecho de veto significa poder
de decisión (p. 72).
Por
consiguiente, se considera una falta grave que los miembros de la Organización
de Naciones Unidas, no hayan respetado hasta la actualidad; el artículo 11;
párrafo 3, de la Carta. Que argumenta: “La Asamblea General podrá llamar la
atención del Consejo de Seguridad hacia situaciones susceptibles de poner en
peligro la paz y la seguridad internacionales.” Porque, tras los últimos
setenta años, han infringido lo estipulado desde su creación, menospreciando
los acuerdos que en un principio se consideraron pactos voluntarios. Pero no se
ha aplicado ningún llamado, ni sanción o queja formal del asunto, a los
miembros del Consejo.
En
síntesis, se confirma la evidente manipulación de los miembros del Consejo de
Seguridad sobre todos los miembros de las Naciones Unidas; que además de poseer
muy poca participación en las decisiones, se ven obligados a efectuar los
intereses de los mismos. Dicha Organización, hasta la fecha no ha sido más que “el
proyecto de los cinco”, como antesala del dominio y la centralización del
poder.
¿Reinventar las Naciones
Unidas, para alcanzar el bien común?
Es
importante recalcar, que existe un gran avance en las Naciones Unidas, en
comparación con los primeros años de existencia, se han trazado nuevos planes
para combatir los problemas sociales, económicos y políticos; por ejemplo se
diseñaron los “Objetivos del Desarrollo del Milenio[5].” Cabe mencionar que se
han creado nuevas instituciones y comisiones[6] para lograr disminuir los
problemas globales. Además, se realizaron algunas reformas a la carta original,
para tener mayor eficacia; pero aún existen deficiencias notables.
La
mayoría de los pueblos en el mundo demandan ante sus Estados[7] la aplicación del
reglamento de la Organización de las Naciones Unidas, a todos por igual. Es
necesaria la visión de cambio porque tiene cierto nivel de influencia en la
toma de decisiones; para poder lograr un cambio se necesita el apoyo de todos
los miembros de la Organización y se deben reconocer algunas deficiencias y
formulaciones nuevas. Primeramente, debemos tener claro, que existen diversos
factores que determinan la necesaria reinvención de las Naciones Unidas, puesto
que, en los últimos años, algunos estudiosos del tema han tratado de responder
la pregunta, ¿refundación o salida de las Naciones Unidas?
Entre
los autores que se han pronunciado a favor de la refundación de las Naciones
Unidas como estrategia para alcanzar el bien común, se encuentran personajes
solemnes, como el padre Miguel D´Escoto Brockmann,
Eduardo Galeano y Leonardo Boff.[8] La premisa que presentan
dichos autores es que la vía más accesible para llegar al bien común no es la
erradicación de la Organización o la salida inmediata de los Estados, sino más
bien reformar a favor de todos los pueblos; porque el fin de este, era tratar
de lograr la unión y la estabilidad de la paz, en vez del conflicto.
No
han sido solamente unas cuantas personalidades las que se pronuncian en cuanto
al tema de la reinvención de las Naciones Unidas como una necesidad latente. De
igual manera se han pronunciado diversos jefes de Estado, representantes de las
naciones y la ciudadanía alrededor del mundo; la mayoría ha llegado a etiquetar
a las Naciones Unidas, como un organismo poco eficiente.
En
el siglo XXI se han desatado diversas problemáticas, que difícilmente se
tomaron en cuenta al momento de crear las Naciones Unidas. Los ejemplos más
comunes son: los conflictos de división entre Estados, la violación a los
derechos humanos, inconformidad política de la población; una de las más
importantes es la pobreza extrema, que según el Banco Mundial[9] disminuye apenas el 1%
cada año. También, existen otros problemas sociales que afectan a los Estados y
a las personas de forma directa, como el narcotráfico, la trata de personas, la
falta de empleo. Algunos problemas se han generado por el cambio climático; los
incendios forestales y la contaminación acuífera. Todos estos problemas
latentes necesitan una solución inmediata de parte de las Naciones Unidas, que
en este caso es el único organismo que está compuesto por casi todos los países
del mundo.
Pero
lamentablemente, no se ha logrado tomar acciones inmediatas para resolver estos
inconvenientes, incluso existen conflictos que perduran desde hace varias
décadas. Por ejemplo, el problema Palestino-israelí, que aún sigue a la espera
de ayuda humanitaria y diplomática. Es necesario para mejorar de forma interna
y tratar de alcanzar el bien común en la Organización de Naciones Unidas,
utilizar como último recurso la evaluación de la misma y el análisis, la revisión
y reformación de la carta, se puede hacer cumplir el Artículo 109, párrafo 1;
que alega: “Se podrá celebrar una Conferencia General de los Miembros de las
Naciones Unidas con el propósito de revisar esta Carta, en la fecha y lugar que
se determinen…” (p. 30).
Conclusiones
En
conclusión, podemos afirmar que el estancamiento del desarrollo de las Naciones
Unidas, surge a través de la dominación y centralización del poder sobre el
Consejo de Seguridad. Es necesario reformar o eliminar el clasismo y el
imperialismo, iniciando por los encargados de defender y resolver conflictos. De
la misma forma que opinan los autores, que defienden la reinvención de la ONU;
es que debemos tener conciencia y exigir desde nuestro papel de ciudadanos; que
los Estados, no solo unos cuantos, sino todos juntos demandemos acciones
objetivas e inmediatas ante la Organización de Naciones Unidas. Sus
resoluciones no deben ser solo deliberantes, también deben ser conscientes,
justas y obligatorias, al menos moralmente; para que todos los pueblos del mundo
puedan mantener la paz, la seguridad e integridad.
Referencias
Banco
Mundial. (19 de 09 de 2018). Banco
Mundial. Recuperado el 21 de 08 de 2019, de
https://www.bancomundial.org/es/news/press-release/2018/09/19/decline-of-global-extreme-poverty-continues-but-has-slowed-world-bank
D´Escoto, M., & Boff, L. (2011). Koinonia. Recuperado el 21 de
08 de 2019, de http://servicioskoinonia.org/agenda/archivo/obra.php?ncodigo=731
Galeano,
E. (1998). Patas arriba. La escuela del
mundo al revés. Madrid: Siglo Veintiuno.
Martínez,
A. (2015). ALAINET. Recuperado el 18
de 08 de 2019, https://www.alainet.org/es/active/77455
Naciones
Unidas. (1945). Carta de las Naciones
Unidas. San Francisco: ONU.
Naciones
Unidas. (s.f.). Asamblea General de
Naciones Unidas. Recuperado el 21 de 08 de 2019, de https://www.un.org/es/ga/about/ropga/
Rubia,
R. (09 de 12 de 2015). Pressenza.
Recuperado el 21 de 08 de 2019, https://www.pressenza.com/es/2015/12/la-necesaria-refundacion-de-las-naciones-unidas/
Sanahuja,
J. (2015). De los Objetivos del Milenio al desarrollo sostenible. ICEI, 49-83.
Torres,
M. (2008). El derecho de veto en el Consejo de Seguridad. ACDI, 49-88.
[1] Término
recopilado del ensayo “El derecho de veto en el consejo de seguridad de
Naciones Unidas.”
[5] Revisar
el informe “De los Objetivos del Milenio al
desarrollo sostenible: Naciones Unidas y las metas globales post-2015.”
[8]
Premisas plasmadas en los textos: “Patas arriba” y “La reinvención de las Naciones
Unidas, una organización indispensable.”
[9] Datos
recopilados de la página del Banco Mundial.
No debería existir el veto solo para las grandes potencias , también tienen que incluirse dentro de estas naciones con derecho al veto las potencias emergentes, como la India, Brasil, Irán, Corea del Norte, Alemania, ect.,así como también la participación activa de las naciones pequeñas tomando en cuenta sus puntos de vista a la hora de tomar las decisiones de temas relevantes y urgentes que pongan en peligro la paz mundial dentro del Consejo de Seguridad. Así como también no debe continuarse permitiendo la violación impune de las resoluciones del Consejo de Seguridad de parte de los EE.UU e Israel, obligando al cumplimiento de estas resoluciones mediante la nacionalización y la presión colectiva moral y jurídica de todas las naciones del mundo que integran el Consejo de Seguridad para que sea mas creíble.
ResponderBorrarAsí es, la inclusión y participación activa de los Estados pequeños y potencias emergentes, se convierten en un pilar importante que se debe tener en cuenta para la reformación de las Naciones Unidas; pero, esto quizás no se lleve a cabo si no tomamos la iniciativa de demandar esta reinvención desde nuestra posición de ciudadanos, primeramente concientizando sobre el tema para generar esa presión colectiva...
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