La necesidad de una refundación de la ONU, más allá de reformas


*Josseline Yaleska Munoz Berroterán
*Estudiante de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, UNAN, Managua.
Introducción

El presente ensayo plantea de manera genérica la necesidad de una refundación, más allá de reformas decorativas o estéticas, para ello se hace una diferencia entre las que han sido reformas a la ONU y las propuestas de refundación, tomando como referente el pensamiento del padre Miguel D´Escoto y Cofi Annan. Se considera que los dos términos anteriores no son sinónimos y que la necesidad inminente es una refundación, para la consolidación de una organización democratizada, que pueda dirimir los recientes y venideros escenarios de inestabilidad e inseguridad colectiva.

Para tal efecto, el trabajo se encuentra dividido en tres secciones, en la primera La Necesidad de una Refundación, se explican algunos de los elementos a considerarse para esta acción, partiendo de los actuales sucesos internacionales, en la segunda, Propuesta de Kofi Annan y Miguel d’ Escoto Brockmann, se analizan las dos propuestas y se realiza una diferenciación de ambas para comprender mejor por qué es necesaria una refundación más allá de una reforma; y en la tercera se abarcan las reflexiones finales acerca del tema.

La necesidad de una refundación

Para hablar de refundación de las Naciones Unidas es preciso abarcar sus orígenes. En un inicio se creó la Sociedad de Naciones el 28 de junio de 1919, tras el pacto de Versalles, con el fin de mantener la paz y la seguridad internacional atemorizada por la reciente I Guerra Mundial (1914-1918), esta organización se considera la primera estructura internacional creada para trazar derroteros comunes entre los diferentes Estados. Así mismo, se ha considerado uno de los avances más relevantes en materia del derecho internacional público, sin embargo esta organización fracasó debido a la falta de consenso y responsabilidades de los Estados.
Según Javib (2015) señala que dicha organización: 

(...) fracasó en lo político-jurídico, ya que no suprimió el derecho discrecional de los Estados para recurrir a la guerra y solo se limitaba a clasificarlas en legales o ilegales. En cuanto al tema de responsabilidad internacional no se llegó a consenso, y la ejecución del sistema de seguridad colectiva dependía en última instancia de los Estados (p: 21).

Luego de este malogro, se firmaron otras declaraciones y tratados con el propósito de contribuir al entendimiento sin confrontaciones bélicas, dado el escenario de una segunda guerra mundial (1939-1945). Un ejemplo que refleja la urgencia de conformar nuevamente un núcleo de consenso, es la Declaración de Moscú, firmada el 30 de octubre de 1943 por las cuatro grandes potencias; Estados Unidos, U.R.S.S, China y Gran Bretaña, en donde la segunda propone la creación de un comité de expertos para proyectar la conformación de una nueva organización internacional. Estos comités planifican otras reuniones celebradas en Dumbarton-Oaks[1], a finales de 1944.

Finalmente, la organización de las Naciones Unidas quedó constituida luego de celebrar la conferencia de San Francisco (EE.UU) “entre el 25 de abril y el 16 de junio de 1945, donde participaron 50 Naciones” (Javib, 2015, p: 24), y el 26 de junio se firmó por los 50 Estados participantes, entrando en vigor el 24 de octubre de 1945.

De esta forma nace la organización internacional conocida en la actualidad como Naciones Unidas (ONU) para dar solución a los problemas mundiales de diferentes índoles; siendo el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional sus objetivos primordiales, tal como se especifica en el párrafo 1 del arto.1 de la Carta de las Naciones Unidas. Esta organización se estructuró a partir de seis órganos principales: una Asamblea General, un Consejo de Seguridad, un Consejo Económico y Social, el consejo de Administración Fiduciaria; una Secretaria y la Corte Internacional de Justicia.

Ahora bien, si se toma en cuenta el contexto histórico en la que fue fundada,( época de la posguerra), sus planteamientos resultan coherentes y recientes, pero si se  extrapola su carta de fundación a la realidad de la época actual, sobretodo después del año 2000, se encuentran una serie de incongruencias e incluso algunos fundamentos y órganos obsoletos. Por ejemplo, el Consejo de Administración Fiduciaria, suspendido desde 1994, pero que aun continua en existencia, dado que no se ha eliminado de la Carta de 1945.

En base a lo anterior, se puede empezar a realizar una revisión sobre la funcionalidad de la ONU en el nuevo plano internacional, en gran medida trazado por las economías dominantes y en ese sentido, hablar de una refundación. Sobre este tema se ha debatido de manera constante en los últimos años, puesto que se considera necesaria una organización que logre manejar los desafíos presentes de la población mundial y la concertación de los intereses comunes.

Con la entrada del siglo XXI, la humanidad sufrió una serie de cambios culturales, políticos y fundamentalmente económicos, tras el reforzamiento del capitalismo y con este la globalización, agudizando la brecha entre ricos y pobres, implementando sistemas económicos dirigidos por las instituciones financieras internacionales (FMI, BM, IFIs), las cuales han delimitado un sinnúmero de políticas económicas que van en detrimento de la seguridad humana, desde todas sus dimensiones (educación, salud, vivienda) en los sectores más desfavorecidos de la población; a lo que la ONU no ha logrado emitir soluciones como garantía de estabilidad mundial.

Los conflictos bélicos no han cesado, ni la violación a la soberanía de los Estados, desde el inicio de la guerra de EE.UU, apoyada por Reino Unido hacia Irak (marzo, 2003) bajo el pretexto de una posible posesión de armas de destrucción masiva de las que nunca se encontraron pruebas, ha sido evidente la pérdida de liderazgo de la ONU, sobre todo en asuntos de derechos humanos. En este conflicto hubo una serie de violaciones a los estatutos y principios reflejados en la carta de 1945, sin embargo fue evidente la ineficiencia de esta organización para evitar la pérdida de más de “2,4 millones de personas como resultado del histórico acto de agresión cometido por EE.UU y Reino Unido en 2003” (Villate, 2018, párr. 07).

Por otro lado, la creación de armas nucleares y el desarrollo de las mismas por países como, Israel, Pakistán, India, Corea del Norte y las cinco potencias triunfantes de la II Guerra Mundial, ha contribuido a la creación de una sociedad internacional amenazada por la inseguridad nuclear, en especial para los países que se encuentran en desventaja ante estos Estados desarrollados en materia de tecnología y crecimiento económico. Sumado a esto, la desnutrición y la mortalidad siguen siendo algunos de los elementos desestabilizadores de la paz mundial, ya que el concepto de paz no necesariamente es la ausencia de conflictos militares, sino que debe ser entendida de manera multidimensional, la paz como el bienestar humano en todas sus esferas y la satisfacción de las necesidades primordiales, que a su vez, constituyen una serie de derechos humanos.

Lo anterior puede interpretarse como algunas de las razones por las que se debe revisar la ONU, ya que no se ha alcanzado una consolidación de intereses comunes, guiados por la solidaridad y voluntad política de las naciones, sino, una sociedad internacional cada vez más dispersa, que antepone el interés particular sobre el sistema de seguridad colectivo.

Otra de las cuestiones que se debe replantear para el análisis de la funcionalidad actual de la ONU, es el constante abuso de poder de unos estados sobre otros, o mejer dicho la violación a la autodeterminación de los sistemas internos de un país, para ello cabe destacar algunos acontecimientos; el bloqueo a Cuba desde 1960, el reciente bloqueo que se inició de manera gradual en Venezuela desde 2017 y las actuales amenazas de embargo hacia Nicaragua por parte de EE.UU. Para sospechar sobre la verdadera disposición de la ONU otro ejemplo, también es la violación de derechos humanos en Palestina, por parte de Israel y que pese a las resoluciones emitidas por el Consejo de Seguridad se han permitido por la influencia de quienes ostentan el derecho al veto dentro de este órgano. 

Según el informe global de Javier Roldán, “Grandes tendecias políticas sociales y de interés para la seguridad y la defensa: perspectivas europeas y norteamericanas”, citado por García (2017), se observan cinco grandes incertidumbres, el impacto del cambio climático, el crecimiento constante del yihadismos, las crisis económicas, la inclinación hacia la cooperación o rivalidad entre potencias y por otro lado, se hace referencia a los posibles escenarios como una guerra campal entre China y EE.UU o un confrontamiento atómico entre India y Pakistán. En este sentido, sin importar que tan preciso sea este análisis, lo que queda en tela de duda es si la ONU en su situación actual, podría dirimir este tipo de conflictos.

La ONU por tanto se enfrenta hoy en día a una serie de problemas que no habían previsto los fundadores de la Carta. Como dice Richard J. Poncio, “las palabras ‘población’, ‘migración’, ‘hambruna’, ‘pobreza’, y ‘medio ambiente’ no aparecen en la Carta de 1945 (Novosseloff, 2001, p: 208).

Entonces, ¿necesita la ONU una refundación?; es una pregunta que da espacio a una serie de reflexiones, como las del padre Miguel d´ Escoto, quien considera que no se trata de reformas superficiales, sino de reinvención y refundación, haciendo alusión a proceso mucho más profundo, que reivindique valores estructurales como la justicia, la solidaridad, la paz, el amor y el entendimiento, que han sido opacados por los intereses económicos o políticos de las potencias dominantes.

Es preciso mencionar que la Carta de 1945 ha sufrido reformas, pero de carácter muy superficial como la ampliación del Consejo de Seguridad de 11 a 15 miembros, durante la sesión plenaria de 1963 (A/RES/1991 (XVIII)), manteniéndose los cinco estados permanentes ganadores de la II Guerra Mundial y el derecho a veto de los mismos. Desde entonces este órgano no ha sido reformado ni replanteado para su actualización, sin embargo, en cuanto al órgano de la Asamblea General, se han aprobado 2 resoluciones que intentan revitalizar sus funciones, la resolución del año 2003 (A/RES/58/126) y 2005 (A/RES/59/313), en donde se presta mayor atención a la corrección de datos para su debida actualización.

Esto supone que es menester una revisión completa a la Carta de 1945, puesto que como se ha mencionado anteriormente, existen incongruencias entre la realidad actual y lo dispuesto en la constitución de la sociedad internacional. Las Naciones Unidas merece una reinvención y refundación que logre modificar de manera sustantiva su estructura. 
Propuesta de Kofi Annan y Miguel d’ Escoto Brockman
Dos personajes reconocidos por presentar una serie de propuestas para reivindicar a la ONU son: el ex secretario General Kofi Annan, 2005 y el ex presidente de la Asamblea General Miguel d’ Escoto, 2008-2009. En ellos se puede encontrar una clara diferencia entre un proceso de reforma y otro de reinvención de la ONU, lo cual no es lo mismo y que desde la perspectiva de este ensayo, la reinvención es un proceso de transformación necesario de hacerse para llegar a una refundación en la práctica.
Annan, desde su cargo de Secretario General realiza una propuesta de reforma y actualización de la ONU (2005), titulada Un concepto más amplio de la Libertad: desarrollo, seguridad y derechos Humanos. Este documento refleja una serie de consideraciones para revisar el funcionamiento de la institución.
Sin embargo, se puede considerar que estas recomendaciones no trastocan de forma directa la re-estructuración de los órganos principales ni tampoco demanda una actitud vinculante en cuanto a las resoluciones que sean aprobadas por la Asamblea General o el Consejo de Seguridad. Además, se presentan de forma genérica y superficial en algunos aspectos de relevancia, por ejemplo en materia de derechos humanos propone “Sustituir la Comisión de Derechos Humanos por un Consejo de Derechos Humanos permanente con una composición más reducida” (Annan, 2005, párr. 183), en lo que respecta a la reducción del "Consejo de Derechos Humanos", significaría una mayor fragilidad de este órgano ante los Estados dominantes que llevan la insignia de modelo a seguir.
Por otro lado, para reformar el funcionamiento y la constitución del Consejo de Seguridad, propone dos modelos a seguir, el modelo A, en donde se elimina el derecho a veto, pero se mantienen los Estados permanentes y se podrían agregar 3 nuevos estados permanentes. En el modelo B, la diferencia estará en que se erradica el derecho a veto, pero no existirían nuevos puestos permanentes (Annan, 2005, párr.170). Este aspecto es uno de los más controversiales, ya que de la conformación actual de este Consejo se le atribuyen varias violaciones al derecho internacional y a la Carta de 1945; como se observa, lo que presenta este autor es solo una expansión de los miembros y no especifica si las mismas potencias ostentarán los mismos privilegios de decisión a conveniencia.
Para Jurista (2005) Kofi Annan evita cuidadosamente proponer la supresión del “derecho de veto” y tampoco aborda la posibilidad de suprimir la institución de los miembros permanentes, ambos contrarios al principio de igualdad de todos los Estados. ¿Para qué puede servir el aumento del número de miembros del Consejo de Seguridad (cf. par. 170) si los cinco miembros permanentes pueden continuar bloqueando los asuntos que no son de su agrado? (párr.29).
Otro aspecto que parece relevante señalar, es en lo que concierne a la Asamblea General, “La Asamblea debería dar una orientación más precisa a su programa sustantivo centrando su atención en las principales cuestiones de fondo del momento” (Annan, 2005, párr. 161), sin embargo, no especifica cuáles son esas cuestiones de fondo. En general, Annan se limita a solicitar una revisión sobre este órgano.
Algunos de los artículos que a consideración de Annan debieran ser eliminados son: “los Artículos 53 y 107 (párr.217)” y “Debería suprimirse el Capítulo XIII de la Carta, titulado “Consejo de Administración Fiduciaria”. (párr. 218), además “el Artículo 47, relativo al Comité de Estado Mayor, así como todas las referencias a este Comité contenidas en los Artículos 26, 45 y 46“ (párr. 219).
Por otro lado El padre Miguel D' Escoto Brockmann, ex presidente de la Asamblea General durante el periodo 2008-2009; en su obra La Reinvención de la ONU- Una Propuesta (2011), expresa su honda preocupación por el futuro de esta entidad y la necesidad de reinventar, en principio su Carta, proponiendo un sistema internacional más humano y respetuoso de la Madre Tierra, pero sobre todo defensor de la autodeterminación de los pueblos, actualizada a los acontecimientos que degradan la vida humana. Una ONU democratizada y con altos valores de justicia.

De esta manera lo que propone es una regeneración profunda de la estructura constitutiva de la ONU, a su vez señala como primordial la consolidación de un Tribunal Internacional de Justicia Climática y Protección Ambiental para lograr la preservación de los recursos naturales, a través de un mejor manejo de los mismos, evitando la extinción futura de la humanidad (D´Escoto , 2011). 
En materia de seguridad internacional propone una nueva carta de la ONU basada en la solidaridad, el respeto a la soberanía, a la Madre Tierra y la abolición de los conflictos bélicos a través de la privatización de la guerra (inciso 21, arto 2, p: 45), es decir, que empresas privadas se encarguen de proveer del servicio de defensa y fundamentalmente basa su propuesta en el antiimperialismo, desde una visión de rechazo total a los fines y deseos imperialistas que cualquier Estado insinúe sobre otro, sugiriendo en el inciso 2, arto.1 del Capitulo 1 (propósitos y principios), “ lograr la erradicación del imperialismo es decir, la imposición del poderío económico o militar de un Estado sobre la voluntad soberana de otro Estado”( p: 37).
A diferencia de Annan, D´Escoto presenta una nueva carta de constitución, una reinvención como bien lo dice el título de su obra, con el objetivo de eliminar el doble rasero con el que ha actuado esta institución y brindar una perspectiva más real, centrada en los desprotegidos del mundo, manifestando la necesidad de castigar las acciones que vayan en contra de la soberanía y dignidad de los pueblos.
Esta reinvención pretende abordar temáticas controversiales y de importancia que han quedado opacadas por los intereses de los países hegemónicos, en ese sentido, la revisión que realiza D´Escoto es puntual y de confrontación a las estructuras ya obsoletas en las que se sostiene dicha organización, sin embargo no deja de considerar la importancia de esta para evitar la extinción de la especie humana y avanzar hacia un desarrollo global y uniforme.
En su propuesta inicia la redacción de la Carta de las Naciones Unidas con la declaración solemne, Nosotros los pueblos de las Naciones Unidas, decididos:

“A evitar la extinción de la especie humana, promover el goce universal de todos los derechos humanos y preservar la capacidad de la Madre Tierra para generar y sostener la vida, hoy gravemente amenazada por nuestra irresponsabilidad social y ambiental” (Escoto, 2011, p. 33).
Por tanto, se refleja con claridad las intensiones de trastocar a fondo la estructura ideológica, política, social, cultural y económica de la actual carta de la ONU y se puede decir que propone una organización refundada desde su raíz.
Reflexiones finales
Finalmente, de lo expuesto anteriormente se puede decir que, es necesario más que una reforma para encaminar a la ONU al servicio del hombre y que en gran medida una de las acciones fundamentales para agilizar los procesos, es la integración y la participación de todos los organismos que conforman esta entidad, logrando con ello una sinergia para alcanzar los propósitos comunes de la humanidad.
Se puede considerar que los procesos sociopoliticos, económicos y culturales que han acontecido en los últimos años han reflejado un déficit  de liderazgo global de las Naciones Unidas para dirimir los conflictos que se producen, y que de no proceder a una refundación se expone la confiabilidad y credibilidad de ésta.
Que más allá de una reforma a los articulados de la Carta de 1945, es menester exponer la necesidad de una profunda refundación, que abarque elementos estructurales y de constitución aspirando a una refundación más práctica que retórica.
Que las Naciones Unidas representan un potencial para concretar objetivos comunes, así como se ha logrado en ciertos aspectos como la creación de la agenda 2030. Por otra parte, se estima que sus órganos principales, sobre todo el Consejo de Seguridad merece una revisión que deje como resultado un Consejo más democrático y libre de manipulaciones por las potencias dominantes, en ese sentido eliminar el derecho a veto garantizaría una democratización de la institución y el abandono de una visión imperialista.
Bibliografía

Annan, K. (2005). Un concepto más amplio de la libertad: desarrollo, seguridad y derechos Humanos para todos. New York: ONU.

Escoto, M. d. (2011). Capitulo XIII El tribunal Internacional de Justicia Climática y protección Ambiental. En M. d. Escoto, La Reinvención de las Naciones Unidas (págs. 109-118). Managua : PAVSA.

Escoto, M. D. (2011). La reinvención de ONU- Una Propuesta. Managua: PAVSA.

Javib, J. (2015). LAS REFORMAS A LA CARTA DE LAS NACIONES UNIDAS Y LAS MODIFICACIONES QUE SE HAN LLEVADO A CABO DESDE SU PROPIA PRÁCTICA . Cataluña, Girona, España.

Jurista, A. A. (26 de Junio de 2005). América Latina en Movimiento. Obtenido de Criticas y Propuestas a las reformas en las Naciones Unidas:. recuperado de https://www.alainet.org/es/active/8549

Novosseloff, A. (2001). La reforma de las Naciones Unidas. Afers, Internacionals, 205-227.

Villán, C. (24 de Octubre de 2007). ONU: ¿reforma o refundación? Ginebra, Suiza.

Villate, J. (26 de Marzo de 2018). Medium. Cuántos millones de personas han muerto en las guerras de EEUU: I. Irak. Recuperado de https://medium.com/diferencias/cuántos-millones-de-personas-han-muerto-en-las-guerras-de-eeuu-i-irak-b6f273de044f




[1] La Conferencia de Dumbarton Oaks (mansión situada en Washington D.C) constituyó el primer paso importante que se tomó para llevar a cabo el párrafo 4 de la Declaración de Moscú de 1943, que reconocía la necesidad de una organización internacional en la posguerra que sucediera a la Liga de las Naciones. https://www.un.org/es/sections/history-united-nations-charter/1944-1945-dumbarton-oaks-and-yalta/index.html


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