¿Democratización de los medios de comunicación o dictadura mediática?
*Josseline Yaleska Muñoz Berroterán
*Estudiante de IV año de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, UNAN,Managua
“La batalla que atraviesa hoy Nicaragua, más
que una crisis económica es una lucha de las ideas”
¿Qué implica la
democratización de los medios?
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Pero, a qué se refiere
democratización de los medios, por lo general se habla de ello cuando en una
sociedad existe una desregulación de los medios de comunicación (MC) o un
dominio monopólico de los mismos (oligopolios), en este sentido democratizar
viene de redistribuir a los MC a partir de la aplicación de políticas y leyes
que normen a este sector, sin embargo, democratización es algo mucho más
complejo que el simple hecho de fragmentar y proporcionar variedad a los
usuarios, para evitar cualquier tipo de desinformación. Para el periodista
mexicano Juan Solís “la democracia debe ser el eje articulador entre calidad de
contenidos y responsabilidad social (2019).
En este sentido, democratizar
los medios atraviesa también una reconfiguración estructural, puesto que también
implica promover un nuevo orden, una forma más justa y ética de la praxis
comunicativa de los medios de difusión masivos, que además significa
redimensionar la noticia que se transmite, repensar qué es noticia con
responsabilidad social. Ésto, como es de esperar provoca ciertas tensiones
entre los medios privados y el Gobierno que pretende aplicar este tipo de
políticas, puesto que a los dueños de
medios les interesa más captar audiencia con programas de mayor entretenimiento
publicitario y si abarcan temas sociales o equivalentes a políticos se inclinan
hacia la defensa de los intereses del capital, que es la clase económica a la
que pertenecen.
En América latina estos procesos de democratización y reflexión
hacia los MC se han hecho desde los gobiernos de izquierda, puesto que se sabe
que la mayoría están en manos de unos pocos, de las élites económicas, siendo
los mismos medios los que se han encargado de difamar estas intenciones de los
gobiernos que buscan agilizar la competitividad y romper con el monopolio
mediático neoliberal, el mismo al que se le puede llamar dictadura mediática,
en el sentido de que busca legitimar y perpetuar estructuras de pensamiento de
forma sostenida en el tiempo, sin dejar espacios a otras alternativas de
información.
Los países en donde se han
impulsado este tipo cambios son Ecuador, Argentina, venezuela y en México
hubieron movimientos que buscaban este logro como el #yosoy132; han dejado
entrever que la institución mediática después de la iglesia, es una de las más
sacralizadas. Cuando alguien se atreve a criticar, ejerciendo su libertad de
expresión a los medios de comunicación es tachado de coartar la libertad de
prensa (dictador). Pero el hecho de que exista libertad de prensa no significa
que ésta sea inmune a las críticas desde una perspectiva crítica. Esto nos llevaría entonces a otro problema
puntual, si asumimos como sociedad que los medios poseen plena libertad de “informar” y que además nos dicen la verdad,
significa legitimar un derecho sin exigir un deber. El deber de respetar la
libertad de expresión del contrario.
La libertad de expresión se ha
convertido en un garante del Estado de Derecho. Sin embargo, dónde queda el
Estado de Derecho cuando esta libertad de expresión oprime y discrimina a
otros? O difama de forma indiscriminada a un grupo o aún sector. Entonces, se
puede decir que en realidad la libertad de expresión debería tener un límite y
por lo tanto deja de ser libertad. Y una vez que uno comprende algo así, puede
observar los defectos que hay detrás del discurso de “la libertad de prensa o
de expresión”, o sino solo recordemos como esta misma libertad de expresión nos
ha llevado a los capítulos más oscuros de la historia de la humanidad como la
propaganda Nazi (década de 1920), el racismo, la exclusión y segregación de
grupos minoritarios. Esta mirada crítica permite poder develar y quitar ese
manto sagrado del que los dueños de los medios privados se han aprovechado.
Otra disyuntiva que se
presenta al hablar de democratizar los medios, es cuando esto se traslada al
ámbito digital o a la red de mayor acceso, internet. En vista de la creciente
evolución de las formas de buscar información y consultar la realidad, la
mayoría de las personas acceden de manera indiscriminada e inconsciente, pero
qué pasa en sociedades como la nuestra? en donde el hábito de la lectura, la
crítica y la generación de conocimiento es incipiente, no se presenta de forma
generalizada; lo que sucede es que se es más vulnerable de dominar mentalmente.
En este sentido, es importante tener siempre presente que para acceder a los
medios digitales, al menos debe ser de forma consciente y con cierta percepción
crítica de lo que se busca. No se puede acceder sin poner en duda todo lo que
se encuentra ahí.
Ahora bien, la otra
interrogante que surge de manera global es que cómo se puede hablar de
democratización, si son al menos 6 (General Electric, Walt Disney Co., News
Corporation se dividió en Century Fox y news corp en 2013 , Time Warner, Viacom
y CBS Corporation) las grandes corporaciones mediáticas las que ostentan el
poder no solo de la palabra, sino que
también son actores influyentes de los procesos de socialización cultural y
política en todo el mundo, proponiendo una visión muy esencialista del hombre,
a tal punto que puede deshumanizarlo y convertirlo en un sujeto eminentemente
material.
Otro problema evidente de la
evolución constante de las corporaciones digitales a nivel mundial tiene que
ver con la cantidad de datos con los que cuentan de sus usuarios. Nos conocen
mejor que nuestras parejas, familiares o padres. Esto implica una revolución
sustantiva de los medios de comunicación que puede llegar a entrar en conflicto
con el derecho a la intimidad de las personas.
No es nuevo que los medios
digitales o los canales por los que se transmite información sean una amenaza,
por ejemplo, el caso de Cambridge Analítica, una empresa de publicidad
contratada por Donald Trump y Obama durante los procesos electorales como
estrategia en sus candidaturas presidenciales para llegar a convencer a un
electorado mucho más amplio a partir del uso de sus datos personales, este caso
es interesante analizarlo a profundidad, sin embargo, se dejará para otra
ocasión.
Lo fundamental entonces, de comprender acerca
de la democratización de los medios es que democratizar no significa únicamente
hacer una redistribución, o implementar políticas de regulación a los mismos,
sino que también significa impulsar alternativas de información, crear espacios
de comunicación que nos vean desde nuestra
realidad y no desde otras lógicas culturales, es decir, dejar de repetir
los patrones hegemónicos de comunicación, cuestionarnos ¿por qué solo la forma
de hacer periodismo que dicta la SIP es
mejor? o ¿por qué solo las películas de Hollywood son taquilleras?, y por otro lado, entender que: los MC no son
garantes de información transparente, sino que, por poseer el uso de la
palabra, de las letras, del discurso, tienen un carácter performativo, al
momento que dicen o transmiten un mensaje ejecutan una acción, es decir: hacen
diciendo.
Hasta el momento la única
institución legal y legítima que tiene y debe normar estos procesos de
democratización es el Estado, sin embargo, por lo que ya se ha dicho, para los
medios privados no es rentable que esto suceda, siempre intentarán sobreponer
intereses, porque son una empresa privada.
Ahora bien, considero que el
periodismo, debería de parecerse un poco más a la filosofía, donde deberían de
ser más importantes las preguntas que las verdades, por que verdad absoluta no
existe. Los medios de comunicación nunca van a ser imparciales ni neutrales,
siempre mantendrán cierto grado de sesgo.
Por otro lado, también es
importante comprender a los medios de comunicación como una fuerza constructora
de realidades. Los medios de comunicación son intrínsecamente antidemocráticos,
son una institución piramidal, que jerarquiza la información misma y selecciona
lo que es más conveniente para la línea de prensa que divulga. Por eso se hace
necesario establecer contrapesos, para ello es preciso crear y generar espacios
de contradiscurso, porque solo así se puede proveer a la ciudadanía de alternativas de
información, lo cual también es parte de ese proceso de democratización.
Hegemonía de las corporaciones
mediáticas.
Muchos autores como Herbert Marcuse
(hombre unidimensional), Sartori (homo Viden), Noam Chosmsky (modelos de
propaganda), Matteleard y otros clásicos intelectuales de la escuela de
Frankfurt, han señalado la muldimensionalidad del proceso comunicativo,
exponiendo la capacidad de manipulación indirecta y directa, pero esto no
significa que los usuarios o los receptores sean manipulables totalmente, sino
que la gran influencia que tienen los medios en la psiquis de los individuos
permite influir en la toma de sus decisiones en cuanto a sus actos, calando
ideas y pensamientos que muchas veces no son los correctos o lo importante a
considerar.
Dentro de los medios, la
televisión desde su creación en 1926 y ahora con el uso del internet y las
redes sociales mantienen el control de la información que consumimos a diario,
es casi seguro que el 95 % de la población de Nicaragua ve la Tv, y que de
quienes tienen un teléfono inteligente el 90%, en promedio lo usan 6 horas al
día. Esto revela que estamos vulnerables a constantes bombardeos publicitarios,
económicos, culturales y políticos que de una u otra forma construyen
identidades o son parte del proceso evolutivo de las mismas.
Se puede decir que, los medios
de comunicación tienen una estrecha relación con las diferencias
socioculturales, son vehículos de las ideologías. Sin embargo, lo que provoca
ruido es lo siguiente:
Entonces se logró
comprender que los procesos políticos y las relaciones de poder no podían
considerarse aisladamente, sino en la trama de los procesos y las prácticas
culturales; hay determinadas prácticas y procesos culturales populares que
trabajan a favor del fortalecimiento del poder de los dominadores y de las políticas
de dominación; existen complicidades y seducciones que hacen que los dominados
internalicen intereses que los dominan y se subyuguen con los gustos y modos de vida de los dominadores.
(Huergo)
En este sentido, hablar de
hegemonía es hablar de poder. Y es importante tomar en cuenta el carácter
performativo que poseen los medios de comunicación en la transformación de las
culturas, en donde pueden ocurrir dos escenarios. El primero es que desde la
visión gramsciana la clase dominante (económica) se imponga culturalmente sobre
la dominada y se empiece a edificar todo un sistema de valores y costumbres
desde la visión dominante, y la segunda, desde la perspectiva de Laclau es que
se fusionen ambas y se de origen a otra cultura, pero sin desprenderse de los
orígenes de cada una. El problema está cuando la imposición de ciertos patrones
se hace de forma consciente para la explotación de la otra, remarcando las
brechas sociales.
La transformación de las sociedades
desde su cultura implica la transformación de los sujetos, que desde mi
perspectiva en la actualidad se observa en su mayoría un sujeto desclasado. Y
claro, el otro problema radica en que somos sociedades consumidoras y no
exportadoras, no existe un balance o un equilibrio entre lo que importamos y
exportamos en todos los sentidos; lo más preocupante es que se hace con la
intención de sostener y legitimar el sistema capitalista, el mismo que haciendo
uso del discurso de la libertad de prensa oprime a grupos poblacionales e
invisibiliza otros problemas estructurales.
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Y estos, desde el punto de
vista económico representan una ventaja para las industrias de todo tipo. Ahora
las personas creen tener acceso a internet de forma gratuita por el hecho de
que no se le paga una cuota a Google por usar su navegador, pero si le pagamos
con nuestros datos, nuestra información clave y privada. Evidentemente usan
nuestros datos para perpetuar el sistema de consumo masivo, para penetrar en
nuestra intimidad e influenciar en la toma de nuestras decisiones, la cuales
creemos que son autónomas.
Finalmente, a nivel global se
puede decir que, estamos inmersos bajo una dictadura mediática, que controla
gran mayoría de lo que vemos, escuchamos y sentimos. Mantienen el poder a
través de nuestra información personal y eso ya significa mucho. Ahora, cuando
se debate sobre democratizar los medios hay que tener en cuenta que
democratizarlos implica un proceso de transformación estructural, en la que no
todos están dispuestos a ceder, principalmente los medios privados, y que también siempre es necesario cuestionar
lo que aparentemente es incuestionable, como la idea sacralizada sobre libertad
de expresión o de prensa.
Bibliografía
Bon, G. L. (2004). Psicología
de Masas. Buenos Aires.
Huergo, J. (s.f.). Hegemonía
un concepto clave para comprender la dominación. México.
popular, M. d. (2014). La
Hegemonía de las Corporaciones mediáticas. Gobierno de Venezuela.
Solis, J. (noviembre de 2019).
Razón y Palabra: primera revista digital en iberoamérica especializada en
comunicología. Obtenido de Qué entendemos por democratizar los medios?:
http://www.razonypalabra.org.mx/Intersticios/intersticios_2012/122012_Intersticios.html
Toro, B. (2011). Medios
Masivos de comunicación: una construcción de la realidad. Revista Pequén, 108-119.
Mientras no se tenga la habililidad para análizar la información que a diario recibimos por medio de diferentes medios,no se podran entender los diferentes procesos que ocurren en la sociedad,en específico la sociedad latinoamerica,en donde a diario es bombardeada por información carente de profesionalismo. La solución está informarse a través de diferentes fuentes, no solo quedarse con una línea por el simple hecho de coincidir con nuestra visión ideológica.
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