Migración y pandemia: deconstruyendo el “sueño Americano”
*Josseline Yaleska Muñoz Berroterán
*Estudiante de V año de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, UNAN-Managua
Fuente: https://images.app.goo.gl/we6JdpyGwho4giiL6 |
La migración es un fenómeno histórico en la humanidad y que
hasta antes de la pandemia había sido más notorio debido a factores como la
hiperpolitización, la mediatización, sus nexos cercanos con políticas públicas,
y al mundo globalizado e interconectado. Este fenómeno en la región
centroamericana se ha convertido en un problema más complejo, debido a su
multidimensionalidad.
En ese sentido, el estudio de las causas estructurales de
la emigración en Centroamérica significa
reflexionar sobre un conjunto de factores que tienen que ver con la
institucionalidad, derechos humanos, seguridad ciudadana, pobreza, incremento
del bono demográfico, la violencia estructural, la penetración del narcotráfico
en el sistema institucional y de manera transversal factores climatológicos.
Este último elemento, sitúa a la región en un estado de vulnerabilidad por la
escasez de alimentos y fuentes de trabajo para las poblaciones del sector rural,
quienes en su mayoría son las que deciden migrar hacia el exterior de los
países.
Se estima que al menos 3,5 millones de migrantes del norte de
Centroamérica, en el 2017, residían en Estados Unidos y que el 60% de estos,
ocupaban empleos precarios y no tienen acceso a protección social (CEPAL,
2018). Estas personas no solo están en desamparo por sus estados de origen,
sino que en el país de destino también sufren otras necesidades asociadas a la
discriminación, el racismo y la pobreza. Otras cifras que merecen la pena tener
en cuenta, es la cantidad de niños migrantes no acompañados que se han
reportado, en el año 2016, cerca de 46, 900 niños provenientes del Triángulo
Norte fueron interceptados (Migration Policy Institute, 2017), y en 2017 esta cifra aumentó en un 72%
(CEPAL,2018).
Pese a que estos flujos han sido
constantes y numerosos en la región, en comparación a las cifras de migrantes a
nivel mundial, representan muy poco, ya que es en Asia y Europa donde se
reflejan mayores flujos de migración irregular, según el informe de la OIM
(2018). También es preciso comprender que cada país de origen presenta sus
propios matices y problemáticas, lo que implica mayor complejidad del fenómeno
por su heterogeneidad, existen circunstancias coyunturales y estructurales
relacionadas a conflictos internos y externos.
Por otro lado, la existencia de factores externos inciden
de forma directa en las políticas migratorias de algunos de los países de
Centroamérica, específicamente en aquellos que son mayores emisores de migrantes,
situando de manera concreta a los países del triángulo Norte (Salvador,
Honduras y Guatemala) quienes han reflejado un aumento de la migración
irregular en los dos últimos años, con destino hacia los países de
Norteamérica, las denominadas caravanas
de migrantes.
Se debe tener presente que la influencia de las políticas y
restricciones externas, condicionan a los países de origen de los migrantes,
como lo ha venido haciendo EE.UU, quien insinuó imponer medidas arancelarias a
México, Guatemala, Honduras y El Salvador sino detenían en sus fronteras los
flujos migratorios, llevando a estos países a firmar convenios en desigualdad
de beneficios.
Una de las medidas más controversiales a nivel mediático
para fluctuar esta problemática ha sido la sobre seguridad de las fronteras y
el endurecimiento de las políticas migratorias de los países del norte,
demostrando una inflexibilidad de las vías legales para la circulación segura y
ordenada de los migrantes. Sin embargo, esto no
ha demostrado de manera significativa, ni sustantiva una mejoría, sino
que en algunos casos se ha agudizado. Los inmigrantes buscan nuevas
alternativas y rutas de tránsito que no estén bajo la vigilancia de los
comandos migratorios, y se exponen a situaciones de mayor riesgo de las que ya
implica el hecho de tomar las rutas de la migración ilegal.
La vulnerabilidad de los migrantes centroamericanos se ha
convertido en una crisis humanitaria y en una situación de alarma para los
estados de la región, puesto que la migración es el reflejo de problemas aún
más agudos dentro de estos países. Por otro lado, la inexactitud de datos y de
recopilación de información deja a los migrantes en una situación de abandono
institucional, ya que muchos de estos no quedan registrados y sufren de
crímenes de alto riesgo, extorción, robo, secuestro; hasta perder la vida de
forma violenta y otros más mueren por razones de salud en los países o
fronteras de tránsito. De estas desapariciones y muertes no se logra obtener
datos específicos, por lo que, los riesgos a los que se exponen los migrantes
aumenta cada vez más.
Esto significa que la migración no solo es una problemática
que ha demostrado en gran parte la insensibilidad de los gobiernos por
garantizar el bienestar de la población, sino que también, ha arrojado
pinceladas sobre la falta de coordinación entre los estados vecinos, para
lograr articular un sistema de registro y seguimiento a los migrantes, así como
de datos pertinentes para el abordaje de este tema de forma interinstitucional
a través de políticas y estrategias regionales. Es decir, que se ha convertido
en una problemática histórica que data desde 1970 y que continúa estando en el
debate público, sin constituirse como un problema real dentro de las agendas de
trabajo en los países centroamericanos.
Lo más sensible de este fenómeno es que las personas que
deciden hacerlo lo hacen conscientes de que pueden incluso perder la vida, pero
que también en sus países de origen corren el mismo peligro en manos de las
maras o pandillas, y que incluso, varias de estas personas son reincidentes,
intentan más de una vez llegar a América del Norte para cumplir el “sueño
americano”, que debido a las dificultades que atraviesan, paradójicamente
termina siendo una pesadilla.
Esto representa una migración forzada, pero que no solo
tiene que ver con la violencia, sino con la falta de oportunidades, de atención
y protección de los estados hacia los sectores sociales más vulnerables, la
violencia ha sido un problema de los pobres, no de las elites, esto ha
incurrido en una desatención del Estado y en la marginalidad social. Otros
elementos como la pérdida del control territorial y el manejo inadecuado de los
ingresos percibidos anualmente, producto de las remesas familiares, merecen
mayor atención y búsqueda de soluciones ante este fenómeno. La migración
irregular es entonces, en su mayoría, un problema de seguridad y desigualdad
social.
Actualmente, en medio de la pandemia que atraviesa el mundo,
la problemática de los migrantes ha sido invisibilizada por otros discursos
como la imposición o no de cuarentenas obligatorias, la necesidad de un retorno
a la ‘‘normalidad’’ que implica incluso seguir manteniendo el fenómeno de la
migración forzada como un tema en espera dentro de la agenda política, la
carrera científica entre las potencias por encontrar primero una vacuna contra
el virus, la necesidad de las grandes corporaciones mediáticas por tener la
información de primera mano sobre los muertos y contagiados de cada país, casi
como una estrategia de difusión del pánico en la sociedad. Aunque son temas
relevantes, se posicionan como discursos hegemónicos que dejan por fuera otras
realidades subalternas que responden a problemáticas estructurales, que de
alguna u otra forma atenderlas implica remover privilegios.
La situación de los grandes flujos migratorios en
Centroamérica, antes del brote del Covid-19 se encontraba en la agenda mediática
debido a su dramática situación, cientos de miles de personas (jóvenes, niños y
adulto mayor) obligadas a iniciar una larga caminata de miles de kilómetros
para llegar a la tierra prometida, pero poco se ha hablado de las condiciones
reales que atraviesan en los últimos días, al quedar varados producto de los
cierres de fronteras en los países del norte (Honduras, el Salvador, México).
Según la OIM (2020), “Estas personas permanecen en campamentos
improvisados, en situación de calle, en comunidades o centros de acogida, en
los que no siempre se han implementado los protocolos sanitarios para
protegerlas, según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud’’.
Esta situación refleja una doble crisis humanitaria que se
agrava con el pasar de los días, la violación de sus derechos humanos producto
de la estigmatización en los países receptores a causa de las narrativas que
los asocian a la propagación del virus y la falta de coordinación entre las
instituciones centroamericanas para brindar una respuesta segura, ha dejado en
evidencia la incapacidad para manejar la situación de los migrantes, dejándolos
desprovistos de una atención digna y humana.
Por otro, el riego que enfrentan al ser un blanco para las
pandillas y grupos extorsionistas que operan en los países del norte de Centroamérica
avizora un aumento de la violencia sexual, trata de personas y tráfico de
drogas, puesto que al quedar limitados de alternativas en el hacinamiento, se
convierten en víctimas que chocan con la encrucijada de si retornar a sus
países de origen o seguir avanzando para cumplir el mal llamado ‘‘sueño
americano’’ una vez que se abran las fronteras, pero más allá de eso la
pregunta esta, en cuánto más van a poder aguantar en esa situación precaria los
migrantes de la región obligados a permanecer en espacios reducidos y sin los
recursos básicos.
Fuente: https://images.app.goo.gl/aEwX1Fat8zJVdGRu7 |
Mientras tanto, los migrantes que ya se
habían establecido en EE.UU no han dejado de sufrir la persecución de las
autoridades migratorias, deportando a muchos en medio de una pandemia, incluso
a expensas de que se contagien en el camino por no tomar las medidas
necesarias, lo que también es reflejo de la discriminación social que sufren,
considerándolos personas de segunda categoría, así Estados Unidos se ha
convertido en un exportador de Covid-19 a Latinoamérica.
Los migrantes que aún permanecen en este
país no escapan de estar en una situación de vulnerabilidad, muchos atraviesan
el desempleo a causa del cierre de fábricas e industria, que es el sector en el
que se desempeña la mayoría de los migrante centroamericanos, para el
especialista en migración Manuel Orozco
(2020), estos sectores enfrentarían una pérdida de empleos entre el 30% y el
80%, la situación incluso se agrava por no contar con seguro social para ser
atendidos en caso de contagiarse del virus y tampoco asisten a centros médicos
por temor a ser deportados.
La realidad de los migrantes
centroamericanos en medio de la pandemia deja en evidencia la necesidad por
articular en principio, políticas migratorias regionales que mermen las
condiciones a las que este sector se expone, así mismo, ha develado la
violencia crónica estructural a la que se enfrentan en los países receptores producto
de la discriminación étnica, tal parece que el discurso de los derechos humanos
solo es atendido cuando se invoca para señalar acciones que responden a
intereses particulares, con la pandemia del virus también es necesario reflexionar
y dirigir la atención a la pandemia de las desigualdades sociales, el hambre,
la pobreza, la marginalización y la doble crisis humanitaria que enfrentan los
migrantes atrapados en las fronteras. El sueño americano es una pesadilla, y
para los que tuvieron la suerte de llegar, una prisión.
Bibliografía
(OIM),
O. I. (2018). Reporte de Flujos
Migratorios en Centroamérica, Norteamérica y el Caribe. San José: ONU-OIM.
Banco Central de
Reserva del Salvador, G. d. (16 de octubre de 2019). Banco Central. Obtenido de El Salvador recibió US$4,159.3 millones
en remesas familiares a septiembre de 2019:
https://www.bcr.gob.sv/esp/index.php?option=com_k2&view=item&id=1432:elsalvador-recibi%C3%B3-us$41593-en-remesas-familiares-a-septiembre-de2019&Itemid=168
CEPAL.
(2018). ATLAS de la migración en los
paises del Norte de Centroamérica . Santiago de Chile: ONU.
Cume, W., & Orozco, A. (26 de julio de
2019). Presna Libre. Obtenido de Este
es el acuerdo
Migratorio
Firmado entre Estados Unidos y
Guatemala:
https://www.prensalibre.com/guatemala/migrantes/este-es-el-acuerdo-migratoriofirmado-entre-guatemala-y-estados-unidos/
Digital, P. (06 de octubre de 2019).
Obtenido de Hoy inician negociaciones entre EE.UU y Honduras, por acuerdo
migratorio:
https://www.proceso.hn/migrantes/1migrantes/hoy-inician-negociaciones-eeuu-honduras-por-acuerdo-migratorio.html
Gamarro, U. (07 de Diciembre de 2018).
Prensa Libre. Obtenido de ¡Histórico
ingreso de remesas de EE. UU. a Guatemala! Expertos explican la razón:
https://www.prensalibre.com/economia/por-que-las-remesas-desde-estados-unidosregistraron-marca-historica-en-guatemala/
Infobae. (11 de
Septiembre de 2019). Infobae. Obtenido
de Las nuevas restricciones Migratorias en EE.UU que afectaran a los estados
del Norte de Mexico:
https://www.infobae.com/america/eeuu/2019/09/11/corte-avalo-la-medida-detrump-para-restringir-el-asilo-a-migrantes/
Lasser, G., & Batalova, J. (21 de
Abril de 2017). Migration Policy
Institute. Obtenido de
Inigrantes
centroamericanos en Estados
Unidos:
https://www.migrationpolicy.org/article/inmigrantes-centroamericanos-en-losestados-unidos-2
OIM. (2018). Informe
sobre las migraciones en el mundo. Suiza: OIM.
Ortega, A. (18 de junio de 2019). Expansion Política. Obtenido de
Violencia, Pobreza y
Cambio
Climatico: Causas de la Migracion
en Centroamerica:
https://politica.expansion.mx/mexico/2019/06/18/violencia-pobreza-y-cambioclimatico-causas-de-la-migracion-en-centroamerica
Villalobos, J. (01 de Agosto de 2019). Nexos. Obtenido de Los muros del
Triángulo Norte:
https://www.nexos.com.mx/?p=43589
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por su comentario