La Republica de Platón, el alma y la polis

*Blanca Rosa Obando Mendieta
*Estudiante de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, UNAN-Managua
 

"En el alma de cada uno hay las mismas clases que en la ciudad y en el mismo número" Platón, La República.

Platón y Aristóteles
Como punto de partida, este texto está dirigido a cualquier tipo de público, por ello pretendo explicar en base a mi análisis de lo leído del libro La Republica de Platón, la reflexión que hace el filósofo sobre la justicia y como, parte, por parte va desglosando lo que es ser justo en el hombre particular. Asimismo, dejo ver lo llamativa y peculiar que es su exploración al poner en semejanza la ciudad con el alma del ser humano concebido en esa época. Por lo tanto, al plantear sus diálogos, Platón va creando una ciudad ideal, donde va estableciendo una filosofía política en el que el sistema de gobierno adecuado para él es la aristocracia, es decir, el gobierno de los más sabios (los filósofos), para poner en analogía, que quien debe de gobernar la vida de un individuo es la razón.

Habría que decir también, que el libro me pareció bastante adelantado a su época, debido a varias razones, pero las más inquietantes fueron, la abolición de la familia, por lo que en Grecia era impensable, ya que esta formaba parte de su cultura y la base de la sociedad. Y por otro lado, la integración de la mujer en aspectos de la sociedad como la educación.

Ante todo, comenzaré diciendo que La Republica de Platón expone qué es la justicia, mediante un diálogo entre varios participantes donde Sócrates aplica el método de la mayéutica para indagar que significa que un individuo sea justo. Para Platón, la ciudad es un hombre en grande, por tanto, menciona la polis o ciudad para exponer qué es lo que hace justo a una persona, porque según él, inquirir lo que hace justa a la ciudad nos llevará a escudriñar lo que hace justo al sujeto. La razón de esto se debe, a que Platón considera que el alma de un hombre es demasiado pequeña y para averiguar la realidad del ser hay que tener una mirada penetrante, por ende, al revelar lo que hace justa a una polis lograremos averiguar de forma más fácil, lo que es ser justo en el individuo. La Republica se construye en base a una semejanza entre el alma y la polis

Por otro lado, la ciudad ideal se edifica en una estructura social, donde la base son los artesanos quienes se encargarán de proporcionar los elementos necesarios para la supervivencia de la polis, que según platón son tres, alimentos, vestimentas y un lugar donde dormir. Su virtud es la templanza que es el dominio de los placeres corporales. Los guardianes, que son en menor cantidad que los artesanos, son los encargados de cuidar la ciudad y protegerla, su virtud es la fortaleza, es decir, sobreponerse a los temores para conseguir un bien. Luego, tenemos la clase de los gobernantes, la cual es la más reducida en número, esta es la encargada de gobernar la ciudad hacia la plenitud, por tal razón su virtud es la prudencia y la sabiduría, lo que significa la capacidad de reconocer lo que está bien y lo que se debe de hacer, asimismo, ejecutarlo de manera correcta y bien. Los únicos que pueden ocupar la cúspide de esta pirámide es él filósofo, solo él ha conocido la sabiduría y la idea suprema del bien, por eso solo él puede gobernar. Esta mirada antropolítica de Platón denota una estructura social estática, jerárquica y excluyente.

Cada alma está mezclada, la de los artesanos con el bronce, la de los guardianes con la plata y la del gobernante o filósofo con el oro. Cada uno debe limitarse a su oficio para que haya y prevalezca la justicia en el Estado. En este sentido, en la sociedad ideal de Platón las desigualdades sociales no son un problema político, y el conflicto social es nulo, es una visión utópica.

De la misma forma, Platón al sugerir su utopía de la polis, planteó que se debía abolir la familia y luego la propiedad privada. Es preciso destacar también, la limitación a la poesía, donde se rechaza ampliamente poetas como Homero y otros, ya que, estas creaban personajes que incitaban al mal. Igualmente con la música y la arquitectura, “Las armonías permitidas serán la dórica y la frigia. Los instrumentos permitidos serán la lira, la citara y la siringa”. Para Platón la única forma ideal de gobernar es la del filósofo, por lo tanto, se puede definir esta polis ideal como Aristócrata.

Otro rasgo de la República es, el involucramiento de ambos géneros en la sociedad y en los derechos que propone Platón en la ciudad ideal. Por otro lado, si los individuos no cumplen con su función, y no existe la jerarquía social mencionada anteriormente, prevalecerá la injusticia y nacerá un régimen corrupto. Por ello, para Platón, la única forma de gobierno justo y correcto es la que él describe, “Las demás formas de gobierno son malas por este orden: timocracia, oligarquía, democracia, y tiranía”. 

Por este motivo, explica que los regímenes injustos que se apartan de la aristocracia son cuatros y van sucediéndose uno a otro; El primero es la Timocracia, que es un gobierno militar. Si la ciudad carece de gobernantes sabios, los guardianes que tiene las armas van a ocupar el poder. Sin embargo, como adolece del conocimiento para gobernar van a terminar llevando a la ciudad al caos y a la guerra. Por consiguiente, la oligarquía es, cuando los guardianes se corrompen por el amor al dinero, al cual tienen un fácil acceso debido al poder. Este tipo de gobierno se constituirá en dos clases, lo que dará lugar a un régimen donde existirá la injusticia y por ende la corrupción; “Este estado encierra dos clases: el de los ricos y el de los pobres. En todo estado que haya pobres, habrá malvados y delincuentes”.   
La oligarquía es el gobierno de los ricos, que, según Platón, los sabios no son necesariamente los ricos. Luego, aparece la democracia, quienes son los pobres los que ocupan el poder. Los pobres no están capacitados para gobernar. Dicha forma de gobierno ocurre por una revolución donde los pobres vencen a los ricos. En consecuencia, la sociedad se dividirá en tres clases: Los políticos, los ricos y los pobres. Y por último, surgirá la tiranía, el peor de los gobiernos según Platón, porqué se pasará a servir los intereses de un único hombre, por ende, no se velará por el bienestar común.  Esto ocurre cuando el demagogo recurre a la oratoria para que lo elijan como líder absoluto. 
 
Todos estos regímenes son injustos y corruptos porque son incapaces de velar por el bien común y se limitan a buscar el bien particular del que gobierna. Solo el filósofo que ha sido capaz de tener acceso a las ideas y al sentido del bien de la polis o comunidad, puede gobernar, de tal modo que, haga efectivo y real el bien común y la justicia. Por lo tanto, para que esto sea imprescindible, se debe respetar la jerarquía social (Filosofo, guardianes y artesanos).
 
Por otro lado, Platón afirmó que la ciudad es semejante al hombre, es decir, al alma.  Por tanto, todo lo que se dijo de la ciudad se aplica al alma, puesto que, el alma también tiene tres partes, cada una con su virtud propia y función (igual que la organización social de la polis). En la cúspide tenemos la razón, a la que le corresponde la prudencia. En el medio se encuentra la parte irascible, la voluntad a la que le corresponde la fortaleza. Por último, en la base, se encuentra la concupiscible, la cual responde a los apetitos sensibles y su virtud es la templanza. En tal sentido, al igual que en la ciudad, si este orden se cumple y cada parte ocupa su lugar, entonces como resultado tendremos que el alma será justa.

 Conclusiones 
En conclusión, se observó explícitamente la correlación que hace el filósofo entre el alma y la ciudad para descubrir que es ser un hombre justo, proponiendo la última en el cimiento de una jerarquía social y un gobierno de sabios, dando como resultado una polis ideal, donde reinará la justicia y el bien común. Al exponer esto, el filósofo pone esta ciudad en el alma del individuo haciendo la misma jerarquía, encabezada por la razón.  Por tanto, las virtudes que gobiernen en cada hombre dará lugar aun tipo de estamento social, y por consiguiente si estas virtudes lograsen gobernar, dará lugar a un tipo de gobierno distinto.

Bibliografía
Platón. (2019). La República de Platón (tercera edición). España. Mestas ediciones.

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